El advenimiento de la educación mixta, aunque motivado sobretodo por razones económicas, contribuyó a una mayor mixticidad social, y a facilitar la igualdad de oportunidades a los dos sexos. El paradigma que justificó esa opción fue el convencimiento de la igualdad entre los sexos y la voluntad consecuente de unas oportunidades idénticas.
La permanencia de muchas desigualdades a pesar de decenios de enseñanza mixta, ha hecho reflexionar sobre los límites de ésta. Así, la educación diferenciada se propone como un estilo de tratamiento del género de última generación; su paradigma considera la igualdad y la diferencia, y centra su punto de vista en el desarrollo de cada alumno como persona. De resultados probados, se aprecia una natural sintonía entre esa opción diferenciada y la tendencia pedagógica de la educación personalizada; esta última queda reforzada en sus propósitos por la separación de sexos, puesto que se eliminan presiones de género antiacadémicas y ajenas a la escuela, facilitándose el desarrollo personal de cada alumno. Al mismo tiempo, esa práctica está mostrando su eficacia para llegar a una mayor igualdad de oportunidades para cada sexo.
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Jaume Camps
Jaume Camps i Bansell es licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Barcelona, y doctor en Pedagogía por la Universidad Internacional de Catalunya. Profesor de Psicologia Social en la Facultad de Educación de la Universidad Internacional de Catalunya. Creador del Foro de Educación Diferenciada (www.Diferenciada.org). Ha colaborado en la implementación de Planes de Igualdad en el ámbito escolar, y ha impartido conferencias sobre la educación diferenciada en diversos congresos internacionales. Recientemente ha publicado una obra que resume su investigación en estos campos.